Por si se perdieron la sesión en vivo hace unas semanas (Instagram Live), aquí les dejo un breve resumen de los temas que tocamos en esa corta media-hora del té. Amo el té, y amé compartir mi pasión con todos los que sintonizaron. Sigue leyendo…
Llevo diecinueve años como vegetariana; mi hermana Lorenza siempre me ha animado a buscar ese estilo de vida saludable. Aunque a veces caigo en la tentación de un cafecito (OK, todas las mañanas), por la tarde solo tomo té. Me bebo casi todo un termo de té verde, casi todos los días. Igual, después de un almuerzo pesado, me gusta pedir agua con limón, no para adelgazar, pero casi como un digestivo que me deja contenta.
Como cualquier cosa en la vida, si no es rico, no vale la pena. Y en muchos lugares he tenido que sufrir (no es que soy picky ni dramática) los resultados de tés mal hechos. Por eso hicimos la sesión en vivo por mi canal de Instagram, y por eso hoy les quiero dejar las lecciones más importantes aquí, en Anfitrionomia.
(A propósito, no se pierdan de las próximas sesiones en vivo, que son casi siempre los martes a las 5pm. Estoy avisándoles por mis stories para que estén al tanto.)
Como no servir: una cajita bonita con todas tus opciones y un vaso con agua caliente. ¿El error? Tu invitado no tiene donde poner la bolsita, y se queda mucho tiempo en el agua. ¡Debes llevarlo ya preparado sobre un azafate!
Un buen azafate lleva:
En el caso del té blanco/verde, el té no se sirve con leche. En el caso del té negro, se sirve con leche evaporada (en Inglaterra, le llaman crema).